QUIEREN MÁS CONTROL SOBRE EL INE
Redacción por: César Olvera
Morena busca modificar la forma en que se eligen los consejeros del INE, abriendo la puerta a un rediseño del árbitro electoral en México. Ricardo Monreal ha planteado dos rutas: elección directa por voto ciudadano o sorteo obligatorio entre perfiles previamente evaluados. El debate no es técnico: es político, porque toca la autonomía del instituto.
Morena ya puso sobre la mesa uno de los puntos más delicados de su reforma electoral: la integración del Consejo General del INE, el órgano que decide cómo se organizan y vigilan las elecciones en México.
Actualmente, los consejeros se eligen en la Cámara de Diputados mediante acuerdos políticos. Cuando no hay consenso, se recurre a la insaculación (tómbola), mecanismo que en la última ronda terminó favoreciendo a perfiles cercanos al oficialismo.
Ahora, Ricardo Monreal, coordinador de Morena en San Lázaro, propone dos rutas:
1. Elección directa por voto ciudadano.
2. Tómbola obligatoria, con perfiles previamente evaluados por un comité.
Ambas opciones implican un cambio profundo en el equilibrio actual.
Puntos clave
• Tres consejeros están por salir: Dania Ravel, Claudia Zavala y Jaime Rivera.
• La reforma podría aplicarse justo antes de renovar esos cargos, alterando las reglas de sucesión.
• Monreal también mencionó otros puntos: reducción de plurinominales, menos recursos para partidos y hasta la discusión sobre voto obligatorio, aunque rechazó sancionar a quienes no participen.
Lo que está en juego
El Consejo General del INE no es un órgano menor: define calendarios, reglas de fiscalización y criterios de imparcialidad. Modificar su integración equivale a rediseñar quién arbitra las elecciones.
Especialistas advierten que la propuesta puede debilitar la autonomía electoral, pues los mecanismos planteados —voto popular o tómbola— podrían politizar aún más el proceso. En el caso del voto ciudadano, se corre el riesgo de campañas partidistas para colocar consejeros afines. En el caso del sorteo, la clave estaría en quién evalúa y filtra los perfiles.
Morena insiste en que busca “eficiencia y transparencia”. Pero en el fondo, la discusión no es sobre eficiencia: es sobre control.
Porque si el árbitro cambia de reglas justo antes de pitar el partido, la pregunta inevitable es: ¿quién garantiza que el silbato no suene siempre a favor del mismo equipo?
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