El gabinete de seguridad mexicano ejecutó cuatro cateos en la Ciudad y el Estado de México, asegurando motocicletas de lujo, droga y objetos vinculados al exatleta olímpico canadiense Ryan James Wedding, considerado uno de los fugitivos más buscados por el FBI y presunto aliado del Cártel de Sinaloa.

El operativo

• El Gobierno de México informó que en los cateos se decomisaron 62 motocicletas de alta gama, dos vehículos, obras de arte, dos medallas olímpicas, cartuchos, un cargador y documentación diversa, además de dosis de metanfetamina y marihuana.

• Los inmuebles quedaron sellados y bajo resguardo de las autoridades, mientras que lo asegurado fue puesto a disposición del Ministerio Público.

• En el operativo participaron la FGR, la SSPC, la Marina, la Defensa Nacional y la Guardia Nacional, en el marco de la cooperación bilateral con Estados Unidos.

¿Quién es Ryan Wedding?

• Wedding es un exatleta olímpico canadiense, señalado por el FBI como líder de una organización criminal dedicada al tráfico de cocaína desde Colombia hacia México, California y Canadá.

• Se le acusa de ordenar asesinatos e intentos de homicidio para garantizar el trasiego de drogas.

• El FBI lo incluyó en su lista de los 10 fugitivos más buscados, ofreciendo una recompensa de hasta 15 millones de dólares por información que lleve a su captura.

• La embajada de Estados Unidos en México difundió un video el 8 de diciembre en el que alertó que Wedding “se esconde en México” y pidió colaboración ciudadana para detenerlo.

• Los cateos forman parte de un cerco internacional contra Wedding, quien presuntamente mantiene alianzas con el Cártel de Sinaloa para operar en territorio mexicano.

• El decomiso de motocicletas y objetos de lujo refuerza la hipótesis de que el canadiense utilizaba inmuebles en CDMX y Edomex como centros logísticos y de resguardo.

• Aunque los operativos fueron exitosos en términos de aseguramientos, Wedding no fue localizado en los domicilios cateados.


El caso de Ryan Wedding expone la dimensión transnacional del narcotráfico y la capacidad de organizaciones criminales para atraer figuras públicas —como un exatleta olímpico— a sus redes.

La operación conjunta entre México y Estados Unidos refleja un esfuerzo por cerrar espacios de impunidad, pero también deja en evidencia la dificultad de capturar a líderes criminales con movilidad internacional y recursos millonarios.