Los muñecos de apego son aquellos objetos materiales, en el cual, el bebé deposita cierto afecto en ellos.

Este muñeco cumple con algunas funciones psicológicas en el crecimiento del niño, el más importante es la seguridad que le da cuando la madre no está en casa. Es por eso que el niño lo busca cuando necesita consuelo, cuando tiene que afrontar situaciones nuevas o de cambios.

Son muchos los objetos que pueden convertirse en piezas de apego de un pequeño, van desde los peluches, muñecos, mantas, incluso pueden ser un simple trapo, cualquier otro juguete, una almohada, o el mismo chupón. El proceso emocional es diferente en cada niño, hay niños que en lugar de objetos transicionales adoptan conductas como: chuparse el pulgar, acariciarse el pelo, repetir una melodía para dormirse, pedir que le den la mano, o tomar teta.

Es un proceso de evolución y maduración el de contar con un objeto de apego como el de no tenerlo, es algo que es sano y natural de un niño. No hay que forzar al bebé para que adopte a uno, ni tampoco a obligarlo para desprenderse de él.