Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

Después de un año y dos meses de luchar contra una lesión en el pie, todo comenzó con una infortunada caída al bajar unas escaleras, sufriendo una lesión en el pie. A pesar de que existía un elevador disponible, su espíritu valiente lo impulsó a tomar las escaleras, pero un repentino mareo lo llevó a un accidente que marcaría su vida.

Durante todo este tiempo, Francisco recibió tratamiento médico en la ciudad de Torreón, siendo trasladado por su seguro de salud. Ahora, con valentía y determinación, ha regresado a la plaza que tanto ama y que ha sido su hogar durante 56 años.

En su trayecto de vuelta, Francisco vivió un suceso impactante. Mientras era trasladado en la ambulancia, un tren chocó con una camioneta cargada, provocando que el vehículo de emergencia se volcara. Afortunadamente, todos los ocupantes lograron mantener la calma y el conductor salió rápidamente en busca de ayuda.

Durante una entrevista emotiva, el señor Rascón Montoya compartió sus experiencias y recuerdos de la plaza. Mencionó las numerosas remodelaciones a lo largo de los años, incluyendo un cambio en la ubicación de la calle cuando hicieron el túnel de la independencia y la reubicación de los boleadores en los lados. Además, señaló los cambios en el kiosco, testigo mudo de tantas vivencias.

Francisco también recordó algunos encuentros con políticos y artistas haciendo mención especial a “El Chavo”, aunque no reveló más detalles sobre estas interacciones. Su vívida memoria y conexión con la historia de la plaza resaltan su profundo arraigo en la comunidad.

Con un espíritu renovado, Francisco Rascón Montoya retoma su lugar en la Plaza de Armas de Chihuahua, llevando consigo una valiosa perspectiva y una historia llena de vivencias. Su regreso es motivo de alegría y admiración para quienes conocen su dedicación y entrega incansable en su labor como boleador.