¡Todos a El Ángel!
Rafael Soto
Xóchitl Gálvez será investida como la Coordinadora del Frente Amplio por México en un evento solemne en el Monumento Ángel de la Independencia, en Paseo de la Reforma, en la Ciudad de México. Será en la avenida más bella donde miles de mexicanos nos daremos cita para festejar el triunfo de la unidad de partidos políticos y ciudadanos quienes, haciendo un lado diferencias ideológicas nos fusionamos en un abrazo por México.
Tenemos que estar presentes. Pero ¿cómo iremos? Los morenistas se reúnen, sacan del cochinito sus ahorros, se organizan y rentan camiones para que los trasladen a la Ciudad de los Palacios ya sea para rendirle culto al Tlatoani (del náhuatl “el hablador, digo, el orador” y “gobernante de las ciudades mesoamericanas”) o para manifestar su apoyo a #EsClaudia. Bien, podemos copiar su sistema.
Pero como no pertenecemos al pueblo bueno y sabio tenemos que darle nuestra interpretación. Propongo que los vecinos, amigos, compañeros, compadres ya sean del PRI, del PAN, del PRD o de la sociedad civil nos demos cita en ese sitio emblemático. Claro está que no se nos estaría permitido viajar en autobuses porque no somos chairos sino aristócratas, oligárquicos, fifís, conservadores, neoliberales, ricos, malos, aspiracionistas, corruptos o corruptazos, pertenecientes a la mafia del poder, hipócritas, racistas, clasistas, déspotas, rateros, deshonestos, simulados, ladinos y sabiondos. Y si también periodistas chihuahuense se hacen presentes será porque son fantoches, sabelotodos, hampa del periodismo, chayoteros, amarillistas, paleros, prensa vendida, obnubilados, mercenarios de la información, paladines de la transparencia o periodistas golpeadores (1). Por lo tanto debemos rentar aviones chárter. O trasladarnos en nuestra propia nave. Ahora bien, para no caminar demasiado tenemos las siguientes opciones de hospedaje: Hotel Galería Plaza Reforma, México City Reforma, Fiesta Americana Chapultepec (a un kilómetro de distancia), Hotel and Suite PF Segovia Regency Hotel (ambos a medio kilómetro) o el tradicional Sheraton María Isabel.
Después del evento nos pondremos de acuerdo para ir a comer y festejar. Están disponibles El Grifo Gourmet, La Mansión Marriot, Cantina la Imperial Carso, Zefiro. En fin, hay para todos los gustos.
Ojalá me disculpen este atrevimiento. Es un sarcasmo para demostrar que quienes apoyamos a Xóchitl somos gente del pueblo. Que muchísimos de nosotros no pertenecemos a ningún partido y que sin embargo somos quienes decidimos el rumbo de las elecciones. La mayoría estamos a media tabla de las clases sociales. Somos empleados, trabajadores, profesionistas, estudiantes, intelectuales, escritores, historiadores, académicos, obreros, indígenas, mestizos, plebeyos, blancos, rubios, morenos, prietos, gordos, delgados, altos y chaparros. No conocemos a Claudio X González, el enemigo favorito de AMLO, si no es porque el propio presidente lo menciona a cada momento. No sabemos casi nada de él. Solo que se autodefine como demócrata liberal y centro progresista. Que es empresario, que tiene muchísimo dinero y para de contar. No me manda correos ni WhatsApp para ordenarme que vote por esta o por aquella. Soy libre. Decido mi voto como mejor me parezca. Nadie me paga por escribir. Ni me ofrecen dinero para atacar o defender a alguien. Soy un simple ciudadano que si tuviese suficiente recurso económico, sí iría el domingo a reunirme con otros miles de mexicanos a festejar. Porque deben reconocerlo propios y extraños. Estamos viviendo un momento histórico. La oposición –hasta el momento- está unida como nunca. El oficialismo se resquebraja ante la errática dirección de un mandamás hasta ahora dueño del poder político y propietario único de Morena. Los invito, démonos cita en nuestro propio ángel o si no sigamos por televisión estos inéditos hechos.
Y esto apenas empieza. No será fácil derrotar a la candidata del PEJE porque será una elección de estado. Será más difícil que cuando Fox ganó la presidencia porque AMLO no sabe reconocer derrotas. Y es capaz de todo.
(1) todos estos epítetos no son de la imaginación del articulista sino los usados casi diariamente por el presidente para referirse a quien no lo sigue incondicionalmente. Tengo inventiva, pero no tanta.