La Selección Mexicana cerró el 2025 con una nueva caída 2-1 ante Paraguay en el Alamodome de San Antonio, donde los abucheos volvieron a marcar el paso del equipo. Tras el encuentro, Javier Aguirre reconoció que existen futbolistas que “quieren pero no pueden”, al señalar deficiencias individuales y colectivas que han impedido generar peligro y mejorar resultados rumbo al Mundial 2026.

El estratega destacó que aún trabaja en hallar su once ideal, pues la falta de claridad en la salida de balón y en la definición continúa mermando al plantel. Recordó que venían de un empate sin goles frente a Uruguay, duelo en el que la afición también mostró su molestia por el desempeño del equipo, tanto en Torreón como ahora en territorio estadounidense.

Aguirre admitió que se marcha intranquilo porque detectó errores que consideraba superados, y que la derrota revela que México sigue lejos del nivel que necesita. Aunque el Tricolor tuvo posesión durante varios lapsos, el equipo fue superado en disparos a puerta y mostró desorden en su intento por empatar el marcador. El propio técnico reconoció que la situación pudo terminar peor, especialmente después de encajar dos goles en momentos clave.

El duelo se definió en los primeros minutos del segundo tiempo con anotaciones de Antonio Sanabria y David Bobadilla, mientras que Raúl Jiménez marcó el empate momentáneo desde el punto penal. Sin embargo, México volvió a carecer de profundidad y precisión en el último tercio del campo, un problema que Aguirre calificó como su mayor “carencia”.

Las estadísticas reflejaron la crisis: México fue inferior en disparos a portería y su guardameta tuvo más intervenciones que el arquero paraguayo. Para el entrenador, el equipo lleva el balón “con criterio” hasta zonas ofensivas, pero le falta determinación para finalizar jugadas de forma efectiva.

En la cancha, jugadores como Jesús Orozco y Orbelín Pineda coincidieron con el análisis del técnico, al admitir que todavía falta mucho trabajo para llegar en óptimas condiciones a la Copa del Mundo que inicia el 11 de julio. Ambos recalcaron que el crecimiento dependerá del esfuerzo diario y de corregir los detalles que siguen costando partidos al conjunto mexicano.