América enfrenta crisis deportiva con recuerdos del pasado
El Club América atraviesa una crisis profunda tras sumar apenas cuatro victorias en sus últimos 18 partidos, situación que ha puesto en evidencia tanto su falta de resultados como sus problemas tácticos y emocionales. La derrota reciente ante Real Salt Lake en penales 3-1, tras un empate 2-2 en tiempo reglamentario, reflejó el desorden defensivo y la inestabilidad que afecta al equipo. Jugadores como Israel Reyes y Kevin Álvarez no han logrado adaptarse a la presión, mostrando un rendimiento irregular que afecta la estructura defensiva y abre espacios a rivales con ventajas claras.
La fragilidad en el fondo se agrava con la ausencia de un orden claro en el medio campo, responsabilidad directa del entrenador André Jardine, mientras que algunos atacantes clave, como Rodrigo Aguirre y Brian Rodríguez, no cumplen con sus labores defensivas, lo que empeora la situación. A pesar de contar con recursos económicos, el club no ha logrado reforzar el plantel con inteligencia ni efectividad, lo que ha llevado a cuestionar la capacidad del director deportivo y al propio cuerpo técnico para revertir la situación. La crisis no es solo de resultados, sino de funcionamiento colectivo, donde pocos jugadores del América estarían hoy en día en el once ideal de otros grandes equipos del fútbol mexicano.
El ambiente en Coapa se tensa, con la afición pidiendo cambios y la directiva tratando de mantener la calma. Mientras tanto, Jardine insiste en recuperar la intensidad y el compromiso de sus figuras para los próximos partidos de la Leagues Cup. Sin embargo, el equipo debe dejar atrás la confusión y la improvisación, porque enfrentan rivales con menos poder ofensivo, y cualquier desdén o falta de entrega solo profundizará la crisis de un club acostumbrado a pelear títulos, pero hoy limitado por errores propios y ajenos.