Search for:
  • Home/
  • Deportes/
  • Ángel Correa se despide del Atlético con lágrimas, goles y un legado imborrable

Ángel Correa se despide del Atlético con lágrimas, goles y un legado imborrable

Emoción, gratitud y ovación marcaron la última función de Ángel Correa en el Estadio Metropolitano, donde el argentino vivió su despedida del Atlético de Madrid tras una década defendiendo la camiseta rojiblanca. El cierre fue perfecto: victoria 4-1 frente al Betis y un gol suyo para sellar la temporada, acompañado del clamor popular: “Correa, Correa”, coreado por toda la afición.

El futbolista, que llegó al club en 2015, acumuló 465 partidos, 88 goles —33 como suplente— y 59 asistencias, dejando una huella profunda en el corazón colchonero. Entre sus logros destacan LaLiga 2020/21, la Europa League 2017/18 y la Supercopa de Europa 2018, además de su consagración como campeón mundial en Qatar 2022. Un dato curioso: el Atleti nunca perdió un partido de liga en el que Angelito anotó.

El homenaje se selló con aplausos de sus compañeros Giménez, Musso, De Paul y Oblak, así como un cálido abrazo de su entrenador, Diego Simeone, quien lo definió como “un emblema del Atlético de Madrid”, destacando su entrega, compromiso y sentido de pertenencia al club.

Correa, cuyo contrato finaliza el próximo 30 de junio, podría continuar su carrera en los Tigres de México, aunque aún no hay confirmación oficial. En redes sociales, el ’10’ se despidió con un mensaje cargado de emoción: “Me llevo cada aplauso, cada ovación y cada momento en el corazón. Siempre estaré agradecido por todo lo que viví en el Atleti”.

Las reacciones no se hicieron esperar: compañeros y exjugadores como De Paul, Joao Félix, Diego Costa y Lo Celso se sumaron al adiós virtual. “Las leyendas nunca se van”, escribió Rodrigo De Paul, resumiendo el sentimiento colectivo.

Con el adiós de Ángel Correa, el Atlético no solo pierde a un jugador, sino a una figura que supo encarnar la identidad del club con humildad, talento y lealtad. Un ciclo que cierra, pero un nombre que quedará grabado para siempre en la historia rojiblanca.