El FC Barcelona sufrió una pérdida económica de 7.2 millones de dólares debido a una cláusula aplicada en el traspaso de Nico González al Manchester City. Esta cláusula fue activada por el FC Porto, quien compró al mediocampista en 2023 por 8.5 millones de euros, asegurándose además un 40% de las futuras ganancias por su venta. El Barcelona había establecido una opción para repescar al jugador por 30 millones de euros, pero el Porto pagó 3 millones de euros para reducir su comisión por futuras transferencias al 20% y anular la opción de renovación.

Aunque el club catalán conservó el 20% de las plusvalías del traspaso, el Porto impidió que el Barcelona recibiera un monto más alto por el pase de González al City, limitando su ganancia a 21.72 millones de euros, incluidos los 8.5 millones iniciales pagados por el Porto y la plusvalía de la venta al City. De haber mantenido su opción de repesca, el Barcelona podría haber obtenido una ganancia aún mayor por el traspaso de Nico.