En un emocionante cierre de temporada, el Bayer Leverkusen logró asegurar el doblete al ganar la final de la Pokal, añadiendo este trofeo a su reciente título de la Bundesliga. El equipo, dirigido por Xabi Alonso, superó al Kaiserslautern por un estrecho margen de 1-0 en un partido que se jugó con gran intensidad, a pesar de que el Leverkusen quedó con diez jugadores desde el minuto 44 debido a la expulsión de Kossounou.

El partido, que tuvo lugar en Berlín, demostró la superioridad táctica y técnica del Bayer Leverkusen, que no se vio significativamente afectada por la desventaja numérica. El único gol del encuentro llegó por un potente disparo de Granit Xhaka en el minuto 16, que resultó ser suficiente para sellar la victoria.

A pesar de jugar con un jugador menos durante casi toda la segunda mitad, el Leverkusen mantuvo el control del juego, gestionando eficazmente la posesión y neutralizando cualquier intento de ataque del Kaiserslautern. Esta victoria no solo refleja la habilidad de Xabi Alonso para adaptar su equipo a situaciones adversas, sino que también marca un año histórico para el club, que rara vez había disfrutado de tanto éxito en una sola temporada.

Con este triunfo, Xabi Alonso, que ya había sido campeón de Liga y Copa como jugador en Alemania, reafirma su estatus como uno de los entrenadores más prometedores de su generación. El Bayer Leverkusen ahora mira hacia el futuro con confianza, con la esperanza de que este éxito sea un trampolín para más logros en la escena europea y nacional.