El regreso de Abel Braga al Internacional de Porto Alegre quedó opacado por un comentario homofóbico que generó un fuerte rechazo en el fútbol brasileño. El entrenador de 73 años, quien vive su octavo ciclo al frente del club gaúcho, intentó hacer un chiste durante su presentación, pero terminó recibiendo duras críticas de aficionados, directivos y rivales.

Durante la conferencia, Braga citó una frase que pretendía ser humorística al referirse al uso de una camiseta rosa en entrenamientos anteriores: “No quiero ver a mi equipo entrenando con una camiseta rosa, parece un equipo de maricones”. La expresión utilizada, “viado”, aunque literalmente significa “ciervo”, es ampliamente reconocida en Brasil como un insulto homofóbico, cargado de estigmas culturales asociados al tradicional Jogo do Bicho.

Las reacciones no tardaron en aparecer. El eterno rival, Grêmio, uno de los clubes que más ha impulsado el uso del uniforme rosa en campañas de concientización contra el cáncer de mama, respondió con un mensaje de inclusión en sus redes sociales. El club destacó que su identidad abraza a todos los aficionados “azules, blancos, negros, rosas o de cualquier color”, reforzando su postura contra cualquier forma de discriminación.

Ante el creciente repudio, Abel Braga publicó una disculpa pública en Instagram, reconociendo que su declaración fue inapropiada y subrayando que “los colores no definen géneros, lo que define es el carácter”. También pidió tranquilidad para el club, que atraviesa un complicado momento deportivo.

Braga llega para sustituir a Ramón Díaz, recientemente despedido y también envuelto en polémicas por declaraciones machistas. Ahora, el veterano técnico enfrenta el reto de salvar al equipo del descenso, ya que Internacional marcha 17° en el Brasileirao, igualado en puntos con Santos pero con peor diferencia de goles, y cerrará el torneo frente a São Paulo y Red Bull Bragantino.