Brock Purdy, quien pasó de ser la última selección del draft de 2022 a pieza fundamental en los San Francisco 49ers, firmó un contrato histórico que consolida su estatus como mariscal franquicia: cinco años y 265 millones de dólares, de los cuales 181 millones están garantizados.

El acuerdo, sellado este viernes según confirmó ESPN, representa una de las extensiones más lucrativas en la historia de la franquicia y de la NFL para un jugador que aún contaba con un año bajo contrato de novato. Desde que tomó el mando del equipo en 2022, Purdy se ganó la confianza de la organización, no solo por su desempeño, sino también por su liderazgo y madurez dentro y fuera del campo.

La cúpula de los Niners, encabezada por el gerente general John Lynch y el entrenador Kyle Shanahan, había manifestado en repetidas ocasiones su deseo de mantener a Purdy a largo plazo. Ambos lo ven como el líder capaz de llevarlos a la conquista de un Super Bowl. “Brock es el líder de nuestro equipo”, reafirmó Shanahan, convencido de que su mariscal tiene las herramientas para alcanzar el título que se les ha escapado por poco.

A pesar de una temporada 2024 marcada por las lesiones de jugadores clave como Christian McCaffrey, Brandon Aiyuk, Trent Williams y George Kittle, Purdy mostró solidez al ubicarse séptimo en QBR (68.0), tercero en yardas por intento (8.5) y décimo en yardas aéreas (3,864). Aunque su productividad bajó respecto a 2023, el equipo jamás perdió la fe en su mariscal.

Este acuerdo destaca también por su contexto: a diferencia de negociaciones pasadas con figuras como Nick Bosa o Trent Williams, este proceso fue rápido, sin conflictos ni ausencias. Para Purdy, era una prioridad resolver su situación contractual y regresar al equipo cuanto antes. “Quiero hacer mi carrera aquí. Sé que soy el indicado para esta organización”, declaró.

Desde su irrupción como titular en 2022, el equipo ha logrado un récord de 27-15 con él al mando. Además, ha sido uno de los quarterbacks más eficientes de la liga: líder en yardas por intento (8.9), tercero en yardas totales (9,452) y séptimo en touchdowns (64) en ese periodo.

Con su futuro asegurado y una base de talento que, aunque golpeada, sigue siendo élite, Brock Purdy y los 49ers están listos para volver a ser contendientes. Ahora, con estabilidad en la posición más importante del juego, San Francisco puede enfocarse en la reconstrucción del equipo con la mirada puesta en un objetivo claro: el trofeo Vince Lombardi.