La sorprendente clasificación de Curazao y Haití al Mundial 2026 no es casualidad. De acuerdo con el técnico mexicano Jacques Passy, quien ha dirigido a varias selecciones caribeñas, la región ha experimentado un crecimiento acelerado en su nivel futbolístico gracias a una combinación de jugadores con mayor preparación, técnicos de visión moderna y una estructura competitiva más sólida que la de muchas selecciones de Centroamérica.

Passy explicó que el perfil del jugador caribeño ha evolucionado hacia un estilo más dinámico y adaptado al fútbol contemporáneo: futbolistas explosivos, potentes, rápidos, con dominio en las transiciones y gran capacidad para ganar duelos defensivos. Esto contrasta con el nivel mostrado en eliminatorias anteriores, donde el Caribe solía quedar rezagado.

El estratega también destacó la importancia de contar con técnicos modernos y estudiosos, quienes han sabido moldear sistemas tácticos más agresivos y funcionales. Estos entrenadores han potenciado las cualidades de jugadores que compiten en ligas europeas, aprovechando que muchas islas tienen entre 10 y 20 futbolistas elegibles en campeonatos de Inglaterra, España, Bélgica u Holanda, incluso en divisiones inferiores, pero con un ritmo competitivo muy superior al de las ligas locales centroamericanas.

Passy señaló que este contraste deja en desventaja a selecciones como Guatemala, Nicaragua y El Salvador, que dependen casi por completo de sus ligas nacionales y mantienen un estilo de juego que calificó como “obsoleto”. Mientras tanto, el Caribe incorpora futbolistas formados en sistemas modernos y estilos ofensivos, lo que les permite competir al más alto nivel.

Finalmente, el técnico afirmó que el Caribe ha entendido mejor las exigencias del fútbol actual: dinamismo, potencia y flexibilidad táctica. Por ello, no solo cuentan con jugadores más preparados, sino también con un modelo deportivo actualizado, lo que explica por qué hoy están un paso adelante de Centroamérica en la carrera mundialista.