El Al-Nassr FC, comandado por el astro portugués Cristiano Ronaldo, fue eliminado sorpresivamente de la Champions League de la AFC por el modesto Kawasaki Frontale, un club japonés cuya plantilla está valuada en apenas 17 millones de dólares. En contraste, el conjunto saudí posee una escuadra de 198.6 millones, más de diez veces su valor, lo que acentúa el tamaño del fracaso.

El marcador final, 2-3, dejó al Al-Nassr sin boleto a la final continental. El desenlace se selló tras un fallo de Ronaldo en los últimos minutos del encuentro, cuando tuvo en sus pies la posibilidad de empatar y forzar los tiempos extra. La imagen del portugués lamentando la oportunidad perdida se volvió símbolo de la inesperada caída.

El resultado fue un golpe para la ambiciosa inversión del fútbol saudí, que había colocado a tres de sus clubes en las semifinales de la competición. En contraposición, el técnico del Kawasaki, Shigetoshi Hasebe, pidió evitar que su equipo cargara con la representación del este asiático. “Solo somos un club japonés. Queremos romper con la idea de que los saudíes ya tienen asegurado el título”, afirmó antes del partido.

La derrota agrava una temporada decepcionante para el equipo de Riad, que ya ha sido eliminado de la Copa del Rey de Campeones y se ubica tercero en la liga local, con 60 puntos, ocho menos que el líder Al Ittihad, a cinco jornadas del cierre.

Ahora, el Kawasaki Frontale disputará la gran final el próximo 3 de mayo en Yeda, enfrentando al Al Ahli, que venció sorpresivamente al poderoso Al Hilal por 1-3. En medio de millones y figuras internacionales, un equipo modesto japonés reescribió la historia de la temporada.