Cristiano Ronaldo persigue la gloria asiática con Al Nassr
Cristiano Ronaldo, emblema del Al Nassr, está a un paso de alcanzar una hazaña inédita en su carrera: jugar su primera final de la AFC Champions League Elite. Su equipo, valuado en cerca de 200 millones de dólares, enfrentará al Kawasaki Frontale japonés en una semifinal cargada de expectativa y presión, en el estadio de la Ciudad Deportiva King Abdullah.
El conjunto saudí llega en plena forma tras golear al Yokohama F. Marinos con goles de Jhon Durán, Sadio Mané y el propio Ronaldo, quien ahora lidera la ofensiva en busca de romper la mala racha del club en esta competición. Al Nassr ha alcanzado esta instancia en tres de los últimos cinco años, pero en todas fue eliminado: por Al Hilal en 2021 y por Persepolis en penales en 2020.
La edición 2025 parece ofrecer condiciones favorables: el torneo se disputa en Arabia Saudita, y Kawasaki Frontale viene de un agotador partido de 120 minutos ante Al Sadd. Además, el entrenador Stefano Pioli afirma que su equipo está “motivado, en forma y preparado para responder a la presión”, destacando que consideran un “privilegio” disputar este tipo de encuentros.
Desde su última final continental en 1995, perdida ante Ilhwa Chunma, Al Nassr no ha logrado superar esta barrera. Sin embargo, el presente es diferente: el club ha crecido en inversión, plantilla y ambición, como lo demuestra su reciente título en la primera edición de la AFC Champions League Elite.
Por su parte, el Kawasaki Frontale llega como el único representante del Este asiático. Históricamente dominante en Japón, con múltiples títulos en la última década, el equipo ahora enfrenta el desafío de romper los pronósticos. Su técnico, Shigetoshi Hasebe, subraya que no cargan con la responsabilidad de toda una región, pero tienen el objetivo claro: ganar y desmentir la idea de que los equipos saudíes son invencibles.
El mediocampista Kento Tachibanada sintetizó el espíritu japonés: “Lo clave es no tener miedo a los jugadores famosos”. La batalla entre la constelación saudí y la solidez colectiva nipona promete una semifinal de alto voltaje, donde Cristiano Ronaldo podría escribir un nuevo capítulo en su legendaria carrera.