Cruz Azul atraviesa una etapa de decisiones clave en la recta final del torneo Clausura 2025. Tras una temporada marcada por el éxodo del Estadio Azteca por remodelaciones y la polémica experiencia en el Estadio Olímpico Universitario, la directiva celeste analiza una nueva sede para sus compromisos como local en caso de clasificar a la Liguilla: el Estadio Cuauhtémoc de Puebla.

La situación se origina en las múltiples incomodidades generadas en su actual casa temporal. A petición del entonces entrenador Martín Anselmi, el equipo había optado por jugar en el estadio de los Pumas para evitar desplazamientos fuera de la capital. No obstante, esta elección no resultó del todo favorable. Diversos sectores de la afición expresaron su inconformidad por la limitada visibilidad y la experiencia en el inmueble universitario, al punto de solicitar reembolsos al inicio del campeonato.

La posibilidad de trasladarse a Puebla se reforzó a raíz del partido ante los propios Pumas, programado originalmente en CU, pero que terminó siendo reubicado en el Estadio Cuauhtémoc. Este encuentro sirvió como un ensayo logístico que ahora la directiva analiza como modelo viable para repetir en fase final.

Según reportes del periodista Adrián Esparza, la dirigencia cementera evalúa la conveniencia de continuar en Puebla si logran avanzar a la Liguilla, considerando factores de acceso, condiciones del inmueble y potencial de aforo. Aunque Cruz Azul aún no tiene asegurado su pase a la Fiesta Grande, marcha con posibilidades firmes, lo que motiva una anticipada planificación de sedes alternas.

El Estadio Cuauhtémoc, con capacidad para 51,726 espectadores, ha sido históricamente casa del Puebla FC y ha recibido partidos de Copa del Mundo (1970 y 1986), así como duelos internacionales de clubes y selección. Su infraestructura moderna y ubicación estratégica podrían representar una mejora considerable en comparación con el escenario actual.

Cabe recordar que Cruz Azul abandonó el Estadio Azteca desde mediados de 2023 debido a los trabajos de remodelación con miras al Mundial 2026, compartiendo esta situación con América. Desde entonces, su itinerancia ha generado múltiples ajustes que no siempre han sido bien recibidos por su hinchada.

Con la Liguilla a la vista y en plena lucha por consolidar su lugar entre los ocho primeros, la Máquina no solo afina su futbol, sino que también busca un nuevo impulso desde la grada, donde una mejor experiencia de localía podría marcar la diferencia en la carrera por el título.