Gianluigi Donnarumma volvió a ser protagonista en el momento más crucial de la temporada para el Paris Saint-Germain. El conjunto francés selló su pase a la gran final de la UEFA Champions League 2024-2025 tras superar al Arsenal en el Parque de los Príncipes, y una vez más, el arquero italiano fue determinante en el resultado.

Apenas comenzado el partido, el guardameta mostró su jerarquía: primero, a los cuatro minutos, con una atajadas de reflejo puro ante Gabriel Martinelli; luego, a los ocho, con una estirada sensacional frente a un potente disparo de Martin Ødegaard desde la puerta del área. Esa intervención no solo evitó el gol, sino que congeló el envión ofensivo de los ingleses, permitiendo que el PSG recuperara el dominio del encuentro.

Minutos después, Donnarumma debió ser atendido por el cuerpo médico tras una de sus atajadas, lo que detuvo brevemente el juego y bajó la intensidad del rival. Desde ese momento, el equipo parisino tomó impulso y comenzó a generar peligro en el área londinense.

En el segundo tiempo, si bien el Arsenal insistió con centros y remates, el arquero italiano se mostró seguro y firme, respondiendo con despejes de puños y una nueva tapada espectacular a los 18 minutos ante un remate cruzado de Bukayo Saka. Aunque el Arsenal descontó a falta de 15 minutos —en una jugada donde Donnarumma quedó fuera de acción tras un rebote—, su rendimiento siguió siendo sobresaliente. El único error notable fue un mal cálculo en un centro posterior, que por fortuna no terminó en gol.

El balance de su actuación habla por sí solo: tres atajadas claves, tres despejes con los puños y una precisión de pase superior al 50%. Un rendimiento que se ha vuelto costumbre para el arquero italiano en esta edición de la Champions, donde ha sido figura en las fases más exigentes, incluyendo los duelos ante Aston Villa y el propio Arsenal.

Con este triunfo, el PSG disputará su segunda final europea, con el objetivo de conseguir su primer título de Champions, y lo hará frente al Inter de Milán, el clásico rival del histórico AC Milan, club de origen de Donnarumma. Así, el arquero no solo buscará la gloria continental, sino que lo hará enfrentando al eterno adversario de su pasado. Un desafío mayúsculo para el que, sin duda, ha demostrado estar preparado.