En una noche cargada de emoción en el Estadio Monumental, los Dorados de Chihuahua se alzaron con su primera victoria de la temporada, superando a los Rieleros de Aguascalientes con un marcador final de 6-4. El encuentro, que tuvo lugar el pasado miércoles, marcó un hito significativo para el equipo, siendo este su primer triunfo en el circuito de verano desde julio de 2010.

La victoria fue respaldada por una actuación estelar del lanzador venezolano Félix Doubront, quien, en su debut con los Dorados esta temporada, trabajó eficazmente a lo largo de seis entradas. Doubront, un exjugador de las Grandes Ligas, logró mantener a raya a los bateadores rivales permitiendo tres carreras limpias y recetando dos ponches, sobre un total de 83 lanzamientos.

El ofensivo del equipo también se hizo sentir con fuerza. J.J. Matijevic, primera base del equipo, lideró el ataque con tres imparables y una carrera impulsada. Además, contribuciones clave de Oziel Flores y Leo Piña, quienes aportaron dos hits cada uno, fueron cruciales para la remontada de los Dorados después de que los Rieleros se adelantaran 3-0 en el tercer inning gracias a un doblete de tres carreras del dominicano Andretty Cordero.

La respuesta de Dorados no se hizo esperar, con Jesús Loya y Oziel Flores iniciando la reacción que culminaría con un doblete de Leo Piña y un elevado de sacrificio de Sebastián Elizalde, empatando el juego 3-3 en las primeras entradas. La tensión aumentó cuando Drew Mendoza y Flores volvieron a poner corredores en posición anotadora, resultando en más carreras que consolidaron la ventaja de Dorados.

En los innings posteriores, Chihuahua continuó mostrando su fortaleza tanto ofensiva como defensiva, con Brian Schiller cerrando el juego y asegurando el salvamento tras seis outs efectivos. El relevo, Jesús Reyes, jugó un papel crucial en mantener la ventaja en los momentos críticos del juego.

Con este triunfo, los Dorados no solo reviven la esperanza de una temporada prometedora sino que también demuestran su capacidad de superación y cohesión como equipo. Este partido no solo representa una victoria en el marcador, sino también un triunfo moral y un renovado espíritu de lucha que seguramente inspirará al equipo y a su afición en los enfrentamientos venideros.

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