El mediocampista mexicano Edson Álvarez experimentó una notable devaluación del 31.5 % tras su llegada al Fenerbahçe, pasando de 40.7 mdd en el West Ham United a 27.9 mdd. Su salida de la Premier League, una de las ligas con mayor visibilidad y poder económico, redujo su exposición mediática y comercial, lo que impactó directamente en su precio, aunque se mantiene como uno de los jugadores mejor cotizados de Turquía.

Este ajuste obedece a diversos factores: el descenso competitivo entre Inglaterra y Turquía, su rendimiento irregular en momentos clave y el hecho de llegar en calidad de préstamo con opción a compra, condición que suele reducir las valoraciones para evitar riesgos financieros. Además, la Süper Lig tiene menor peso en los indicadores globales del mercado, lo que naturalmente limita las cifras que pueden alcanzar sus futbolistas a nivel internacional.

Aun así, Edson Álvarez conserva un lugar destacado en el balompié turco, posicionándose como el séptimo jugador más valioso del país y el segundo más caro del Fenerbahçe, solo por debajo de Jhon Durán. En la lista liderada por Victor Osimhen, figuran también nombres como Wilfried Singo, Orkun Kökçü, Barış Alper Yılmaz y Leroy Sané, lo que muestra que el mexicano sigue compitiendo en un entorno de alta exigencia.

En el terreno de juego, Álvarez ha disputado 923 minutos en 12 partidos, combinando actividad en la Süper Lig y la Europa League, cifra importante si se considera su llegada tardía y la lesión sufrida con la Selección Mexicana. El técnico Domenico Tedesco lo ha consolidado como pieza clave en la contención, donde aporta solidez defensiva, control y distribución, factores esenciales para mantener al Fenerbahçe en la lucha por los primeros lugares.

De cara al futuro, su valor de mercado podría repuntar si logra continuidad, resultados visibles y una actuación destacada rumbo al próximo Mundial. A sus 28 años, una temporada sólida en Turquía podría reabrirle puertas en ligas de mayor jerarquía; sin embargo, un desempeño discreto prolongaría la tendencia de devaluación que comenzó con su salida del futbol inglés.