Efraín Juárez asumió la dirección técnica de Pumas hace menos de una semana, pero ya ha dejado una huella profunda en el equipo, cambiando de manera significativa el ambiente en el vestidor. Su llegada se sintió como un sueño hecho realidad, ya que, aunque había rechazado ofertas previas de otros equipos, regresar a su casa, donde comenzó su carrera, fue una decisión que no podía rechazar.

Desde su primer día en el banquillo, Juárez impuso su estilo con una clara motivación: devolver la intensidad y la garra que siempre han caracterizado a los Pumas. En su presentación al grupo, afirmó con convicción: “Para ser campeón, tienes que dar sangre“, un mensaje que caló hondo en los jugadores. En solo dos días de entrenamiento, los felinos experimentaron un cambio radical, entre sesiones regenerativas y otras para establecer un plan de juego.

Uno de los grandes beneficiados ha sido Rogelio Funes Mori, quien, a pesar de las críticas, fue fundamental en la reciente victoria del equipo contra Alajuelense. Para su compañero Robert Ergas, Funes Mori es un pilar tanto dentro como fuera del campo: “Es un jugador de jerarquía”, afirmó. Su gol ante Alajuelense marcó el cierre de una victoria que significó mucho más que tres puntos.

El contraste con la era de Gustavo Lema, su antecesor, es evidente. A pesar de que el trabajo de Lema no fue negativo, la falta de conexión con los jugadores y la afición fue un obstáculo. La relación entre el equipo y el técnico anterior llegó a su fin, con el sonido local del Estadio Olímpico Universitario eligiendo evitar mencionar su nombre durante el último partido frente al América.

Con Juárez, el equipo ha recuperado su identidad, y la afición también se siente respaldada. “Quiero que la gente se identifique con su equipo y se sienta orgullosa de ser de Pumas”, expresó el estratega tras su primer triunfo. Además, su enfoque se ha centrado en revitalizar el ánimo de los jugadores, eliminando la presión y ayudando a los felinos a reencontrar la confianza en su fútbol.

A tan solo unos días de tomar las riendas del equipo, Juárez ha logrado implementar cambios visibles: mayor verticalidad en el juego, un enfoque en la posesión del balón y una defensa más comprometida. Ignacio Pussetto destacó que el equipo entendió rápidamente lo que el entrenador quería y lo reflejó en el campo, con varias situaciones de gol y una actitud más proactiva.

Este viernes, en su segunda prueba al mando, Juárez y Pumas se enfrentan a Puebla, con el objetivo de seguir demostrando que este renacer es más que un cambio de técnico: es el inicio de una nueva era llena de ilusión y ambición.