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El ‘segundo asiento’ de Red Bull vuelve a cobrar otra víctima: Tsunoda

El segundo asiento de Red Bull sigue consolidándose como el reto más implacable de la F1, y en 2025 la presión terminó por devorar a Yuki Tsunoda, quien se suma a la larga lista de pilotos incapaces de soportar el puesto junto a Max Verstappen. Las palabras que alguna vez lanzó Sergio Pérez —“le va a costar muchísimo”— se han convertido en una advertencia profética para cualquiera que llegue a Milton Keynes. Desde la llegada del neerlandés, ese coche parece diseñado para un solo hombre, y la historia reciente lo confirma.

Tsunoda saltó al asiento principal impulsado por Honda, pero lejos de consolidarse terminó viviendo su temporada más difícil. En 21 Grandes Premios, apenas sumó puntos en siete, con un modesto sexto lugar como su mejor resultado. Mientras Verstappen acumuló 396 puntos, el japonés solo alcanzó 33, una diferencia que exhibe con crudeza el desbalance dentro del equipo y la naturaleza del auto, desarrollado casi exclusivamente alrededor del estilo agresivo y ultra sensible del cuatro veces campeón del mundo.

Antes que Tsunoda, otros pilotos como Lawson, Pérez, Albon, Gasly y Ricciardo también fracasaron en el intento de domar el monoplaza número dos. Incluso Pérez, quien logró un histórico subcampeonato, batalló durante cuatro años contra un auto que favorece un eje delantero extremadamente rígido y nervioso, un comportamiento que solo Verstappen parece capaz de convertir en velocidad. Para el resto, ese diseño es una trampa técnica que los hunde en dudas, tiempos inconsistentes y presión mediática.

Hoy, el japonés sobrevive en el rol de piloto reserva gracias a la gestión de Diego Menchaca, pero su continuidad habría sido impensable sin ese respaldo. Con su salida del asiento principal, surge una nueva incógnita: ¿Isack Hadjar podrá romper la maldición? El francés llega con la esperanza de encontrar un entorno menos tóxico tras la marcha de figuras como Christian Horner y en medio de un nuevo enfoque técnico encabezado por Laurent Mekies. No obstante, la sombra del pasado pesa, y el desarrollo del auto seguirá dependiendo casi por completo de la retroalimentación de Verstappen.

Aunque Red Bull intenta reconstruir su rumbo sin pilares clave como Adrian Newey y Jonathan Wheatley, la historia vuelve a repetirse: la estructura de Milton Keynes ha exprimido a otro piloto. Ahora, solo queda esperar si Hadjar logra sobrevivir al asiento más temido de la Fórmula 1 o si terminará engrosando la lista de víctimas del implacable universo Red Bull.