El partido de ida de la gran final del Apertura dejó a los aficionados con un sabor agridulce.

Dos tiempos distintos, pocos goles y un camino con incógnitas para la vuelta. América y Tigres no se hicieron daño y ahora todo se decidirá en los 90 minutos restantes en el Azteca.

Este jueves el escenario fue el Estadio Universitario. Allí el equipo local esperaba sacar ventaja ante un rival que llegaba con cierto favoritismo tras estar primero en la tabla general. Hubo pocas ocasiones en la primera parte ya que la mayor parte del juego se desarrolló en el centro del campo. No fue hasta ese segundo que comenzaron las celebraciones.

Julián Quiñones recibió un tiro de Jesús Angulo en el área y el árbitro señaló pena máxima. A partir de ahí, Henry Martín no falló y llevó a su equipo a tomar la delantera. Por su parte, Robert Siboldi cambió el banquillo y dio entrada a Ozziel Herrera, quien momentos después igualó de cabeza, dejando abierta la serie para el próximo domingo.

Los dos equipos salieron a defenderse y respetarse en el universitario, por lo que la vuelta promete ser uno de los mejores partidos en finales que se hayan visto en la Liga MX

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