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Escándalo y violencia en Avellaneda: Independiente vs. Universidad de Chile terminó en caos

Lo que debía ser una fiesta de fútbol sudamericano en el Estadio Libertadores de América se convirtió en una noche de terror. El duelo entre Independiente y Universidad de Chile, correspondiente a los octavos de final de la CONMEBOL Sudamericana, terminó en un escándalo internacional con heridos, destrozos y más de 300 detenidos, lo que obligó a cancelar el partido.

Los incidentes comenzaron desde la previa con el robo de banderas y choques entre barras. La seguridad falló al permitir el ingreso de hinchas chilenos con bombas de estruendo, proyectiles y armas blancas, ubicándolos en una zona peligrosa sobre la parcialidad local. Durante el primer tiempo, cerca de 30 barristas de la U destruyeron un baño y arrojaron objetos, entre ellos excremento, orina e incluso un inodoro hacia los simpatizantes argentinos.

La violencia escaló en el entretiempo con butacas incendiadas y el lanzamiento de una bomba de estruendo hacia la “Garganta del Diablo”, sector destinado a familiares de jugadores. El clima se volvió insostenible y, ya en el complemento, con más agresiones y heridos dentro de la cancha, el árbitro suspendió el encuentro y CONMEBOL confirmó la cancelación definitiva.

Afuera del estadio, la situación empeoró. La policía reprimió con dureza y se registraron escenas de brutalidad con hinchas golpeados y ensangrentados. En paralelo, barristas de la U fueron acorralados y linchados por seguidores de Independiente en episodios que quedaron grabados en videos e imágenes. El autobús del club chileno también fue destruido, lo que obligó a los jugadores a permanecer refugiados en vestuarios hasta ser evacuados de madrugada.

Las reacciones no tardaron en llegar. El presidente de Chile, Gabriel Boric, calificó los hechos como una “irresponsabilidad en la organización” y rechazó los linchamientos. Por su parte, el presidente de Independiente, Néstor Grindetti, señaló a la barra rival como responsable y pidió sanciones contra el club chileno. El informe inicial en Buenos Aires reportó dos heridos graves, 11 con lesiones leves y más de 300 detenidos, cerrando una noche que quedará marcada como una de las páginas más oscuras en la historia del fútbol continental.