La Federación Costarricense de Fútbol trabaja contra reloj tras la salida de Miguel “Piojo” Herrera, decidida a tener un nuevo técnico a más tardar en enero de 2026, fecha clave para arrancar el proyecto rumbo al Mundial 2030. Así lo confirmó Carlos Ricardo Benavides, fiscal de la Fedefútbol, quien subrayó que el objetivo es que el entrenador llegue “firmado y trabajando desde el primer mes del año”.

El camino, sin embargo, no es sencillo. Antes de nombrar al estratega, el Comité Ejecutivo debe resolver la continuidad del director deportivo Ignacio Hierro, figura indispensable en la estructura. Benavides fue tajante: sin director deportivo, no habrá entrenador. La evaluación oficial sobre su futuro se realizará este miércoles, aunque la mayoría del Comité considera que su permanencia está “muy comprometida”.

La Fedefútbol apuesta ahora por un técnico con proyecto estable de cuatro años, evitando decisiones impulsivas como las que han marcado los ciclos recientes. La intención es blindar el proceso incluso ante posibles resultados adversos en amistosos de alto nivel. Esto toma relevancia porque Costa Rica ha sido contactada por dos selecciones de élite mundial para disputar fogueos en Estados Unidos previo a la Copa del Mundo 2026, lo que obliga a acelerar la planificación y definir una base de jugadores antes de marzo.

Mientras tanto, comenzó a sonar el nombre de Fernando Batista, exseleccionador de Venezuela. ESPN confirmó que hubo contacto directo con su entorno, aunque de momento no existe un vínculo oficial. La salida de Hierro, si se concreta, podría destrabar de inmediato la elección del nuevo estratega y permitir que Costa Rica inicie su reconstrucción deportiva con un liderazgo sólido y de largo plazo.