La decisión de la FIFA de organizar un partido entre Club América y LAFC para definir al sustituto del Club León rumbo al Mundial de Clubes ha causado un impacto significativo en el entorno del fútbol mexicano. En Coapa reina la satisfacción ante esta inesperada invitación, pese a las críticas por aceptar un boleto que muchos consideran cuestionable.

El técnico azulcrema, André Jardine, fue contundente al justificar la medida: “Si la FIFA tomó esta decisión, es porque algo está mal. No me parece correcto tener dos equipos en una misma liga tan importante como la mexicana”. Con estas palabras, el brasileño aludió directamente al problema de la multipropiedad, una práctica aún vigente en el fútbol mexicano, particularmente en el caso del Grupo Pachuca, propietario tanto de León como de otros clubes.

Jardine insistió en que “no existe en otras ligas importantes un grupo que maneje más de un equipo. Eso sin duda genera conflictos competitivos”, dando a entender que la intervención de la FIFA responde a una anomalía estructural que debe corregirse.

El encuentro definitorio se disputará el próximo 31 de mayo, aunque aún no se ha determinado la sede. Según fuentes cercanas, se optará por un estadio neutral para garantizar imparcialidad. En América aseguran estar listos para el reto: “Es una gran responsabilidad representar al club y al fútbol mexicano en un duelo de esta magnitud”, señaló Jardine, quien destacó el buen desempeño organizativo de su equipo en los últimos años.

La FIFA confirmó oficialmente su decisión tras el fallo del TAS, indicando que el cupo vacante se disputará entre el subcampeón de la Concachampions 2023, LAFC, y América, como el mejor clasificado de la región en el ranking de clubes.

Este inesperado giro en la clasificación al Mundial de Clubes pone en entredicho la legitimidad de ciertos manejos dentro del fútbol mexicano, mientras América, con optimismo y firmeza, se prepara para ganarse su lugar en el escenario global.