La lesión de Rodrigo Huescas ha significado un duro golpe para la Selección Mexicana y para Javier Aguirre, quien veía en el lateral derecho al jugador ideal para consolidar su esquema rumbo al Mundial 2026. El futbolista del Copenhague sufrió una rotura de ligamentos en la rodilla durante un partido de la Champions League ante el Qarabag de Azerbaiyán, quedando fuera de actividad por el resto de la temporada y con su participación en la justa mundialista en duda.

La baja de Huescas se suma a una serie de dificultades que enfrenta el cuerpo técnico del Tri, pues el jugador no solo se había ganado la confianza de Aguirre, sino que también se perfilaba como el titular indiscutible en una posición que ha causado múltiples dolores de cabeza. Tras un año de pruebas, el estratega mexicano parecía haber encontrado en él al defensor con equilibrio entre solidez defensiva y proyección ofensiva, características que destacaron en sus recientes actuaciones.

Durante meses, Aguirre probó opciones como Kevin Álvarez, Alan Mozo, Julián Araujo, José Ramírez, Israel Reyes y José Castillo, pero ninguno logró convencerlo del todo. Incluso con los intentos de Jorge Sánchez y Araujo, las dudas persistieron. Con la lesión de Huescas, ambos jugadores ahora podrían tener una nueva oportunidad para ganarse el puesto, aunque el panorama sigue siendo incierto.

La situación llega en el momento más delicado, con una fecha FIFA a la vuelta de la esquina y a tan solo ocho meses del Mundial que México organizará junto a Estados Unidos y Canadá. Sin un lateral derecho fijo y con la portería aún en disputa, Aguirre enfrenta una de las etapas más complejas de su proceso. La lesión de Huescas no solo deja un vacío en la alineación, sino que representa una preocupación real para las aspiraciones del conjunto nacional rumbo a su cita mundialista.