Agentes federales investigan a Players Way, empresa de béisbol juvenil fundada por Tony Clark, director ejecutivo de la MLBPA, tras gastar al menos $3.9 millones en eventos con poca asistencia. La compañía, creada para reformar el béisbol juvenil, ha sido señalada por exfuncionarios y fuentes cercanas a la investigación por usar fondos principalmente en salarios de seis cifras para ejecutivos y consultores, incluyendo exjugadores de las Grandes Ligas. La Fiscalía Federal en Brooklyn inició la pesquisa luego de que la empresa fuera mencionada en una denuncia anónima en noviembre pasado.

Aunque la MLBPA reporta que Players Way apenas ha generado ingresos de seis cifras desde su creación en 2019, fuentes cercanas indican que los fondos aportados podrían alcanzar los $10 millones. Los críticos describen las finanzas de la compañía como una “caja negra“, con gastos opacos, ausencia de presupuestos propios y transferencias frecuentes desde Players Inc., la empresa de licencias del sindicato. El sindicato asegura que el proyecto recibió respaldo de los jugadores, pero no revela detalles sobre el presupuesto discrecional ni la aprobación específica de los gastos.

Además de cuestionar el despilfarro, la investigación federal indaga posibles casos de autonegociación, nepotismo y malversación de recursos vinculados a Clark. La hija del ejecutivo trabajó temporalmente en la empresa, y otras contrataciones familiares han sido señaladas en la denuncia. Los eventos organizados por Players Way desde 2019 han sido limitados y con baja asistencia, mientras que los ingresos apenas alcanzan las seis cifras, según exdirectivos. La sede de la empresa en Florida funciona como un apartado postal en una tienda, lo que refuerza las dudas sobre la gestión y el retorno de la inversión.

A pesar de las críticas, Clark defiende Players Way como un proyecto para jóvenes atletas, destinado a mejorar el béisbol juvenil y ofrecer oportunidades que, asegura, no priorizan ganancias sobre el desarrollo de los jugadores. Mientras, la investigación federal continúa evaluando la magnitud del gasto y la posible responsabilidad de los directivos del sindicato.