Javier Aguirre, técnico mexicano, vivió un giro inesperado en su carrera cuando su vínculo con la selección de Japón terminó de manera abrupta en 2015. Contratado en 2014 por cuatro años, una cláusula de “buena conducta fuera de la cancha” en su contrato fue determinante para que el estratega fuera apartado del cargo. La decisión se produjo luego de que Aguirre fuera vinculado a un presunto caso de amaño de partidos en España, justo en la preparación del combinado nipón para la Copa del Mundo Rusia 2018.

Kuniya Daini, presidente de la Asociación Japonesa de Fútbol en ese momento, explicó que la rescisión buscaba “evitar cualquier influencia en la selección durante su preparación para el Mundial”, ante la posibilidad de que surgieran cargos relacionados con el escándalo en LaLiga. El caso se originó cuando Aguirre, entonces entrenador del Zaragoza, fue investigado junto a 36 jugadores, tras una denuncia presentada por Javier Tebas basada en declaraciones de un exjugador del club. Se señalaba que jugadores del Levante habrían recibido 1,7 millones de euros para perder un partido crucial de la temporada 2010-2011, favoreciendo al equipo de Aguirre para mantener la categoría.

Tras años de investigación, el juez concluyó que no existían pruebas de que el dinero hubiera sido recibido por los jugadores del Levante, descartando cualquier amaño. Javier Aguirre fue exculpado en diciembre de 2019, cuatro años después de perder su puesto en Japón. Ahora, más de una década después, Aguirre volverá a enfrentar a la selección nipona, esta vez al frente del combinado mexicano, con ambos equipos clasificados al Mundial.