El Mallorca, dirigido por el técnico mexicano Javier Aguirre, enfrenta un momento crítico en la temporada de la Liga. Tras una notable campaña que incluyó llegar a la final de la Copa del Rey, el equipo se ve ahora en una situación comprometida en la liga, donde una derrota en el próximo partido contra el Cádiz podría sumergirlos profundamente en la lucha por evitar el descenso.
A pesar de haber llevado al equipo a la final de la Copa, Aguirre siempre ha priorizado la permanencia en la liga como el objetivo principal. Sin embargo, tras perder dos partidos consecutivos, Mallorca se encuentra al borde del abismo, con solo seis puntos de ventaja sobre el Cádiz, que actualmente ocupa una de las posiciones de descenso.
El enfrentamiento directo fuera de casa contra el Cádiz no es solo crucial sino posiblemente más significativo que el partido de la final de Copa para Aguirre y su equipo. Una victoria no solo ampliaría la brecha a nueve puntos con respecto al Cádiz, sino que también aseguraría el average particular, colocando a Mallorca en una posición muy favorable para asegurar la permanencia con cinco jornadas restantes.
Por otro lado, una derrota sería desastrosa, reduciendo la diferencia a tan solo tres puntos y perdiendo el average particular frente a un directo rival por la permanencia. Un empate, aunque no ideal, mantendría la diferencia de seis puntos y beneficiaría a Mallorca en el average general.
Aguirre ha enfatizado la importancia de no distraerse con el éxito en la Copa y centrarse en la liga, donde cada partido restante es crucial. El próximo encuentro en el estadio Nuevo Mirandilla, que se espera tenga un ambiente extremadamente tenso, es un testamento a la situación de «todo o nada» que enfrenta el equipo balear. El destino de Mallorca en la Liga depende de su rendimiento en este crítico enfrentamiento.