Jeanie Buss es la cara visible de una de las franquicias más emblemáticas de la NBA, los Los Angeles Lakers, y la mujer que ha marcado un antes y un después en la historia del baloncesto. Tras la muerte de su padre, Jerry Buss, quien compró el equipo en 1979 y los llevó a ganar 10 campeonatos, Jeanie asumió las riendas del club familiar con determinación y visión. A lo largo de su gestión, ha demostrado que el éxito no depende del género, sino de la capacidad de liderazgo y decisiones estratégicas.

Desde su incorporación al equipo, Jeanie fue tomando roles clave en la organización. Comenzó en el mundo deportivo a los 19 años, manejando el equipo de tenis LA Strings, y luego se adentró en los Lakers, trabajando desde la presidencia del mítico Forum. Su recorrido dentro del baloncesto fue ascendente hasta llegar a vicepresidenta ejecutiva en 1999, y finalmente gobernadora de la franquicia tras el reparto de acciones de su padre en 2013.

Bajo su liderazgo, los Lakers experimentaron una transformación tanto interna como externa. En 2017, tras una serie de decisiones cuestionadas por la familia, Jeanie se consolidó como la dueña definitiva, enfrentando una disputa interna con su hermano Jim Buss. Fue entonces cuando comenzó a aplicar su estilo único, tomando decisiones arriesgadas como fichar a Magic Johnson y Rob Pelinka, y apostar por jugadores como LeBron James y Anthony Davis, lo que culminó en la obtención de un título de la NBA en 2020, el primero desde 2010.

Con Jeanie Buss al mando, los Lakers no solo rompieron paradigmas en cuanto a la presencia femenina en el deporte, sino que también aseguraron un futuro prometedor con jóvenes como Luka Dončić, quien fue fichado con gran sigilo en 2025, un movimiento que solidificó aún más su legado.

Hoy en día, Jeanie Buss es reconocida como la mujer más poderosa de la NBA, no solo por ser dueña de uno de los equipos más valiosos del mundo, sino por su habilidad para transformar y liderar con éxito la franquicia en el competitivo entorno de la liga.