El Club Universidad atraviesa una de las peores crisis de su historia, sumido en la mediocridad y la indiferencia de sus propios directivos. Aquel equipo que alguna vez fue un referente del futbol mexicano, con una cantera prolífica y contrataciones acertadas, hoy es una sombra de sí mismo.

Los 14 años sin un título de Liga reflejan una gestión marcada por decisiones erróneas y falta de rumbo. La directiva, encabezada por Miguel Mejía Barón y Luis Raúl González, ha demostrado una preocupante ausencia de visión y liderazgo, permitiendo que el equipo se hunda cada vez más. El caso de Gustavo Lema, un entrenador sin experiencia como técnico principal, es un claro ejemplo de la improvisación y negligencia en la toma de decisiones.

Las contrataciones han sido otro problema grave. Jugadores como Rogelio Funes Mori, Jesús Molina, Ignacio Pussetto y Robert Ergas han demostrado un rendimiento muy por debajo de las expectativas, evidenciando la falta de un plan deportivo coherente.

El argumento de la falta de recursos económicos es un mito. El dinero existe, pero se invierte mal, y las ventas de jugadores en los últimos años lo confirman. Sin embargo, en lugar de potenciar la cantera o hacer fichajes inteligentes, el club ha optado por decisiones erráticas que lo han llevado a la actual crisis.

La salida de Gustavo Lema era necesaria, pero pensar que con ello cambiará el rumbo del equipo es una ilusión. Se barajan nombres como Jaime Lozano o Efraín Juárez como posibles sucesores, pero cualquiera que llegue enfrentará un desastre estructural de gran magnitud.

Es urgente una reestructuración profunda. Las fuerzas básicas están llenas de entrenadores sin vocación de formadores, más preocupados por mantenerse en el cargo que por desarrollar talento. La directiva, incapaz de frenar la crisis, también debería dar un paso al costado, aunque esto sea poco probable.

Mientras no se tomen medidas drásticas, Pumas seguirá en el olvido y la deshonra, arrastrando su prestigio y el de la Universidad Nacional Autónoma de México con él.