Ante la inminente remodelación del Estadio Azteca preparándose para el Mundial de 2026, la Selección Mexicana se ve obligada a buscar una nueva sede para sus próximos encuentros como local, especialmente para los juegos de la Concacaf Nations League. Tradicionalmente hospedado en el coloso de Santa Úrsula, el equipo ahora explorará opciones dentro del país, dada la reducción de la asistencia en juegos celebrados en Estados Unidos.

La Federación Mexicana de Fútbol ha comenzado a evaluar varias alternativas para albergar los partidos de la selección, con una inclinación significativa hacia el Estadio Nemesio Diez. Ubicado cerca de la Ciudad de México, este estadio no solo es geográficamente conveniente sino también capaz de atraer a grandes multitudes, lo que representa una solución viable durante las obras del Azteca.

El cambio de sede se produce en un momento crítico para el ‘Tricolor’, dirigido por Javier Aguirre, que busca avanzar más allá de los cuartos de final en la Nations League y redimirse ante sus aficionados tras desempeños recientes menos impresionantes. La elección del Estadio Nemesio Diez, con su rica historia y proximidad a un núcleo duro de aficionados, podría proveer el ambiente necesario para revitalizar el espíritu tanto de jugadores como de seguidores.

Este movimiento no solo refleja un ajuste logístico necesario sino también un esfuerzo por reconectar con la base de fans local, proporcionando accesibilidad y potencialmente mejorando la asistencia y el apoyo al equipo nacional en un momento crucial de su desarrollo competitivo.