Lakers en picada: falta de defensa, inconsistencias y un LeBron humano
Los Ángeles Lakers enfrentan una crisis tras sufrir una humillante derrota por 41 puntos ante Miami Heat. Con una marca de 13-11 y serios problemas defensivos, las alarmas están encendidas. LeBron James y Anthony Davis, los pilares del equipo, no logran sostener un rendimiento que permita a los Lakers competir al máximo nivel.
La defensa, históricamente clave en el éxito del equipo, está en su punto más bajo. Ocupan el puesto 29 en defensa de transición, permitiendo 1.44 puntos por posesión, y solo disputan el 64% de los tiros cercanos al aro, según estadísticas de Second Spectrum. Además, el entrenador JJ Redick admite que la falta de comunicación y esfuerzo son obstáculos recurrentes.
LeBron, próximo a cumplir 40 años, muestra señales de declive físico. Aunque sigue promediando números impresionantes (23 puntos, 9.1 asistencias, 8 rebotes), su impacto real en el equipo ha disminuido. Los Lakers tienen un -129 en eficiencia cuando él está en la cancha. Su puntería desde el perímetro (11.8% en siete partidos recientes) y sus errores en momentos cruciales reflejan su lucha por mantener el dominio de antaño.
Por su parte, Davis no escapa a las críticas, asumiendo la responsabilidad de su bajo desempeño. Sin embargo, incluso un rendimiento óptimo de su parte no sería suficiente para solucionar los problemas estructurales del equipo. Los jugadores de rol, como Austin Reaves, han tenido destellos positivos, pero la falta de consistencia de figuras como Gabe Vincent y Cam Reddish es evidente.
El equipo también carece de defensores perimetrales confiables. A pesar de la posible reincorporación de Jarred Vanderbilt, su limitada aportación ofensiva no asegura un cambio significativo. Expertos señalan que los Lakers necesitan un jugador versátil, al estilo de Mikal Bridges o OG Anunoby, pero estos son escasos y costosos en el mercado.
El camino a seguir es incierto. Los Lakers dependen excesivamente de un LeBron envejecido y un Davis irregular, mientras los problemas de plantilla y estrategia continúan frenando su progreso. Sin ajustes significativos, la temporada podría quedar lejos de las expectativas de campeonato.