Apenas con 17 años, Lamine Yamal disputará este martes su partido número 100 con el FC Barcelona, en la crucial semifinal de Champions ante el Inter de Milán. Una cifra que no solo habla de precocidad sino de consistencia, y que lo posiciona como una de las mayores promesas del fútbol europeo actual.

Desde su debut con el primer equipo en 2022, el joven extremo ha acumulado 21 goles y 29 asistencias, convirtiéndose en un jugador imprescindible para Hansi Flick, quien lo ha situado como piedra angular del nuevo proyecto azulgrana. Su rendimiento lo sitúa estadísticamente por encima de Cristiano Ronaldo en sus primeros 100 partidos (13 goles y 18 asistencias), aunque aún a distancia de Lionel Messi (41 goles y 16 asistencias), a quien él mismo considera “el mejor de toda la historia” y con quien evita cualquier tipo de comparación.

Durante su primera rueda de prensa oficial, Yamal mostró una madurez sorprendente. “Si tuviera miedo me habría quedado jugando en el parque. El miedo lo dejé en Mataró hace tiempo”, afirmó con convicción. Reiteró que su impulso es la motivación constante, y que, pese a su edad, siente que “siempre quiere más”. Además, rechazó protagonismos personales: “Espero que se hable de la época del Barça, no de Lamine”.

También tuvo tiempo para referirse al Real Madrid, rival al que recientemente superaron en la final de Copa: “Cuando juegas contra el Madrid, el corazón tira más que las piernas”. A las insinuaciones desde la capital de que se ha crecido tras aquella victoria, respondió con humor: “De momento no me pueden decir nada porque gano”.

De cara al enfrentamiento con el Inter, mostró respeto pero no temor: “Defensivamente son muy fuertes, rápidos a la contra… pero tenemos que jugar como siempre para llegar a la final”. Consciente del reto, destacó que esta es su primera semifinal europea y que tanto él como muchos de sus compañeros desean demostrar su valía en este escenario.

Lamine Yamal, lejos de dejarse abrumar por la presión o las comparaciones, continúa construyendo su propio legado. Y este martes, cuando pise el césped del Camp Nou por centésima vez, lo hará no solo como una joven promesa, sino como una realidad consolidada en la elite del fútbol mundial.