Lamine Yamal, la joven promesa del Barcelona y la selección española, enfrenta un período de incertidumbre tras resentirse de su última lesión, que podría mantenerlo fuera de acción entre dos y tres semanas. Esta situación pone en duda su participación en el próximo Clásico contra el Real Madrid, así como en los partidos de clasificación para el Mundial frente a Georgia y Bulgaria. El entrenador Hansi Flick aseguró que la recuperación del jugador se gestionará con cuidado, pero reconoció que no se puede garantizar su regreso inmediato.

El caso de Yamal evidencia la creciente preocupación por la intensidad del fútbol moderno en jugadores jóvenes. Según el Dr. Darren Burgess, presidente de la Red Asesora de Alto Rendimiento de la FIFPRO, los futbolistas de entre 16 y 20 años están particularmente expuestos a lesiones por sobrecarga física y calendarios congestionados, lo que puede afectar su rendimiento y longevidad profesional.

Desde su debut con apenas 15 años, nueve meses y 16 días, Yamal ha acumulado 130 participaciones con su club y la selección, casi el doble que otros jóvenes de su edad como Pau Cubarsí, Gavi o Pedri. Este récord le permitió convertirse en el jugador más joven en alcanzar los 100 partidos con 17 años y siete meses, superando incluso a Romelu Lukaku. Su intensa actividad también le valió el Golden Boy 2024, tras sumar más de 8,100 minutos antes de cumplir 18 años, cifras que superan ampliamente a las de otros ganadores recientes del premio.

La tensión entre Barcelona y España por el manejo de Yamal ha sido evidente. Flick criticó la participación del jugador en los últimos clasificatorios, asegurando que disputó partidos con dolor y bajo medicación. Por su parte, el seleccionador Luis de la Fuente cuestionó los comentarios de Flick, recordando que ambos entienden los retos de gestionar talentos jóvenes.

El antecedente de jugadores como Wayne Rooney y Michael Owen muestra los riesgos de exponer prematuramente a adolescentes a cargas de partidos profesionales. Burgess advierte que lesiones menores pueden convertirse en problemas crónicos y limitar el potencial de los futbolistas si no se controla la recuperación y el desarrollo progresivo.

Con apenas 18 años, Lamine Yamal tiene un futuro prometedor y la posibilidad de seguir los pasos de grandes como Messi y Cristiano Ronaldo, pero su trayectoria dependerá de la gestión responsable de su carga física y de la coordinación entre club y selección para proteger su salud y carrera.