El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, declaró ante la jueza que investiga los pagos por 7.3 millones de euros realizados entre 2001 y 2018 a José María Enríquez Negreira y a su hijo, asegurando que estos desembolsos respondían únicamente a la utilidad de los informes arbitrales y de ‘scouting’, y que jamás existió un intento de influir en los colegiados. Laporta insistió en que los árbitros “en absoluto” favorecieron al club y recordó que en aquella etapa contaban con un equipo que era “un ejemplo en el mundo”.

Durante su comparecencia, el dirigente explicó que los pagos eran una práctica heredada de directivas anteriores y que fue el área deportiva quien recomendó mantenerlos por el valor técnico de los informes. Aseguró además no haber tenido nunca contacto directo con los Negreira y detalló que el club entregó al juzgado 629 informes encontrados en sus archivos, subrayando que este tipo de documentación suele destruirse cada cinco o seis años.

En la misma causa declararon vía videoconferencia los exentrenadores Luis Enrique y Ernesto Valverde, quienes afirmaron no haber visto ni utilizado dichos informes. Ambos recalcaron que durante sus etapas —en las que cada uno ganó dos ligas— jamás se sintieron beneficiados por el arbitraje. Los expresidentes Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu también sostuvieron que mantuvieron estos servicios por su valor deportivo y no para obtener ventajas arbitrales. La investigación continuará con nuevas comparecencias, incluyendo al propio FC Barcelona, citado como investigado a finales de enero.