Mientras se prepara para su temporada número 23 en la NBA, LeBron James dejó claro que su principal objetivo es llegar en óptimas condiciones al campamento de entrenamiento de los Lakers, enfocado especialmente en la recuperación de su rodilla izquierda. El veterano jugador, de 40 años, sufrió un esguince de ligamento en abril durante la eliminación en los playoffs ante los Timberwolves, y aunque afirma que la rodilla “se siente bien”, no baja la guardia en cuanto al cuidado de su cuerpo.

El cuatro veces campeón de la NBA habló con la agencia AP durante la promoción de su nuevo anuncio con Amazon y subrayó que mantener su cuerpo en forma es fundamental para competir al más alto nivel. James expresó que está dedicando este periodo a recuperarse no solo de su lesión, sino también a trabajar integralmente su condición física, con la intención de estar “lo más cerca posible del 100%” para finales de septiembre.

Más allá del aspecto físico, James compartió que el motor que lo impulsa sigue siendo su familia. Señaló a su esposa Savannah y a sus tres hijos como su mayor motivación. En especial, lo inspira compartir equipo con Bronny, su hijo mayor, y acompañar el inicio universitario de Bryce en Arizona, así como apoyar a Zhuri en su pasión por el voleibol. Con una opción de jugador para la próxima temporada valorada en más de 56 millones de dólares, el apoyo incondicional de sus hijos lo anima a continuar con su carrera.

Aunque el final de su histórica trayectoria se asoma en el horizonte, LeBron aún no ha fijado una fecha para su retiro. “Es imposible no pensar en ello a estas alturas”, reconoció. Sin embargo, afirma que su decisión dependerá de cómo responda su cuerpo y del respaldo de su familia. Mientras tanto, sigue siendo una figura dominante en la liga, como lo demuestran sus promedios de 24.4 puntos, 8.2 asistencias y 7.8 rebotes la temporada pasada, donde fue nuevamente seleccionado All-NBA.