La Premier League, uno de los campeonatos más competitivos del mundo, ofrece un sinfín de debates sobre quiénes son los mejores y peores jugadores en diversas habilidades. Aprovechando datos detallados proporcionados por PFF FC, se han identificado a los futbolistas más sobresalientes en aspectos como la velocidad, el remate y la presión, así como aquellos con menos destreza en ciertos aspectos del juego.

Erling Haaland, delantero del Manchester City, se consagra como el jugador más rápido con una velocidad máxima de 35.59 km/h. Por otro lado, Casemiro, del Manchester United, es el más lento, alcanzando solo 27.85 km/h. En cuanto a los remates, Cole Palmer (Chelsea) destaca como el mejor rematador, mientras que Alexander Isak (Newcastle United) brilla como el mejor rematador diestro. En el aire, Chris Wood (Nottingham Forest) sobresale como el mejor cabeceador frente al arco, mientras que Virgil van Dijk (Liverpool) lidera los duelos aéreos en general.

Entre los mejores pasadores, Youri Tielemans (Aston Villa) se destaca por ser el mejor bajo presión, y Trent Alexander-Arnold (Liverpool) es el más agresivo al distribuir el balón. En cuanto a las entradas, Tyrick Mitchell (Crystal Palace) es el más eficiente, mientras que Sandro Tonali (Newcastle United) se lleva el reconocimiento como el mejor corredor.

El análisis de las habilidades también revela a Anthony Elanga (Nottingham Forest) como el mejor velocista y a Omari Hutchinson (Ipswich Town) como el más agresivo en la presión. En cuanto a los porteros, Matz Sels (Nottingham Forest) es el mejor atajador de la liga, mientras que Mohamed Salah (Liverpool) sobresale por su movimiento eficaz, combinando velocidad y precisión en varias facetas del juego.

Este análisis subraya la complejidad del fútbol, donde un jugador puede ser excepcional en diversas áreas, como Salah, quien a sus 32 años sigue siendo clave para su equipo, y donde otros, como Rasmus Højlund (Manchester United), enfrentan dificultades notables en habilidades específicas. Sin duda, cada jugador aporta algo único al campeonato, lo que hace que las discusiones sobre quién es el mejor no tengan fin.