Lionel Messi regresó con magia a las canchas tras superar una lesión y lo hizo de la mejor manera: con un golazo y una asistencia que sellaron el triunfo 3-1 de Inter Miami sobre LA Galaxy en la jornada 27 de la MLS. El astro argentino inició en el banco, pero al ingresar en el segundo tiempo revolucionó el partido, cambiando por completo el destino del encuentro en el DRV PNK Stadium.

El equipo dirigido por Javier Mascherano dominó desde el arranque con oportunidades claras de Luis Suárez, aunque sin la precisión necesaria para abrir el marcador. Fue hasta el minuto 42 cuando Jordi Alba, tras una gran asistencia de Sergio Busquets, rompió el cero con una definición elegante que puso en ventaja a las Garzas.

En el complemento, el Galaxy sorprendió con un empate fortuito gracias a Joseph Paintsil, cuyo disparo se desvió en el arquero Óscar Ustari y terminó en gol. El tanto visitante encendió a los locales, que encontraron en Messi la chispa necesaria. A los 83 minutos, el capitán argentino desplegó toda su calidad: encaró desde la derecha, dejó rivales atrás y sacó un potente zurdazo imposible de atajar, desatando la euforia en Miami.

Con el control del partido, Inter amplió la diferencia gracias a una asistencia de taco de Messi para Suárez, que marcó el tercero y sentenció la victoria. El resultado deja a Inter Miami con 45 puntos, en la cuarta posición de la Conferencia Este y con partidos pendientes que lo mantienen firme en la lucha por la cima.