La Selección Mexicana Sub-17 protagonizó una noche histórica al dejar fuera a Argentina del Mundial tras un cardiaco desempate desde los penales, logrando su pase a los octavos de final con un marcador de 5-4. El gran héroe fue el portero Santiago López, quien no solo detuvo un disparo clave, sino que cobró con precisión el tiro definitivo que selló la clasificación tricolor.

El partido comenzó cuesta arriba para México. La Albiceleste, favorita tras liderar su grupo, mostró de inmediato su dominio y abrió el marcador muy temprano. Sin embargo, el conjunto mexicano reaccionó con carácter y determinación. Con dos anotaciones de Luis Gamboa, el Tri no solo igualó el encuentro, sino que logró darle la vuelta y mantener la ventaja hasta los minutos finales.

Cuando el triunfo parecía asegurado, un error en la salida de Santiago López permitió el empate argentino, obligando a definir todo desde el manchón penal. Lejos de derrumbarse, el guardameta asumió el reto con temple: atajó un disparo crucial y convirtió el último penal, transformando su equivocación previa en un momento de gloria para México.

Con este resultado, el equipo dirigido por Carlos Cariño, que avanzó a la segunda ronda gracias al criterio de Fair Play, se prepara ahora para enfrentar a Portugal en los octavos de final, con la confianza y el ímpetu de haber superado una de las pruebas más exigentes del torneo.