La final de la Liga de Naciones de Concacaf entre México y Panamá promete ser un choque de alta intensidad, marcado por una rivalidad que se arrastra desde el 2013. El encuentro se disputará este domingo en el SoFi Stadium de Los Ángeles, donde ambos equipos buscarán romper la hegemonía de Estados Unidos, campeón en las tres ediciones previas del torneo.

México, bajo la dirección de Javier Aguirre, llega tras vencer 2-0 a Canadá en su mejor actuación desde el Mundial de Qatar. Raúl Jiménez, con un doblete, fue la figura del partido. Por su parte, Panamá dio la sorpresa al eliminar a Estados Unidos con un gol agónico de Cecilio Waterman en el minuto 94, consolidando su crecimiento en la región bajo el liderazgo del técnico Thomas Christiansen.

El historial entre ambos equipos añade un componente de revancha. En 2013, Panamá quedó fuera del Mundial de Brasil 2014 cuando Estados Unidos remontó en los minutos finales, permitiendo la clasificación de México. Un año después, en la Copa Oro 2015, un polémico penalti en semifinales favoreció a los mexicanos, privando a los panameños de una final histórica.

Panamá llega fortalecido y confiado, con jugadores clave como Adalberto Carrasquilla, de Pumas UNAM, y el experimentado Aníbal Godoy, respaldados por una defensa sólida y un ataque dinámico. México, por su parte, buscará aprovechar su experiencia, con una defensa firme y la dupla ofensiva de Jiménez y Santiago Giménez.

Con ambos equipos en gran nivel, la final no solo definirá al nuevo campeón, sino que podría reescribir una rivalidad que lleva más de una década en construcción.