Mourinho y su caótica etapa en Fenerbahce termina en polémica
La aventura de José Mourinho al frente de Fenerbahce llegó a su fin tras poco más de 450 días, luego de que el club anunciara su salida apenas dos partidos después del inicio de la Super Lig turca. La eliminación en la repesca de Champions League a manos del Benfica marcó el desenlace de la etapa del técnico portugués, cuyo paso por Estambul estuvo lleno de emociones, polémicas y enfrentamientos con las autoridades del fútbol local.
Desde su llegada, Mourinho se mostró como una figura antagónica. Apenas veinte minutos después de su primer partido, recibió una tarjeta amarilla por discutir con los árbitros. Su relación con el Galatasaray, rival histórico de Fenerbahce, fue tensa: tras perder el primer derbi de la temporada, el club rival lo bautizó burlonamente como “El Llorón”. La excentricidad del entrenador se manifestó incluso en el banquillo, colocando una laptop frente a las cámaras para protestar un gol anulado, o aplaudiendo sarcásticamente a los árbitros tras recibir una tarjeta roja en Europa League.
Las controversias continuaron durante toda su gestión. Fue suspendido por insinuar que luchaba contra “el sistema”, solicitó un árbitro extranjero para un derbi y enfrentó sanciones por críticas a los jueces turcos. Incluso presentó demandas legales contra Galatasaray tras acusaciones de racismo y protagonizó incidentes curiosos, como fingir dormirse en conferencia de prensa y pellizcar la nariz del entrenador rival Okan Buruk, lo que derivó en suspensión. Su último capítulo estuvo marcado por la eliminación frente al Benfica en la Champions League, a pesar de sus históricas victorias previas contra el club portugués.
La breve pero turbulenta era de Mourinho en Fenerbahce quedará como un ejemplo de cómo su personalidad combativa y controvertida puede generar tanto titulares como conflictos dentro y fuera del campo.
