Multipropiedad en la Liga MX: ¿Comienza su declive definitivo?
La multipropiedad en el futbol mexicano parece estar viviendo su etapa final. La venta del Querétaro por parte de Grupo Caliente marca un paso significativo en la ruta hacia su erradicación. Después de varios intentos fallidos, el club fue adquirido por Innovatio Capital, empresa estadounidense encabezada por Marc Spiegel, quien ya había intentado incursionar en el futbol europeo con el Charlton Athletic.
Esta transacción se suma a otros movimientos relevantes. Grupo Orlegi ha comenzado la búsqueda de un comprador para el Atlas, con el fin de quedarse únicamente con Santos Laguna. Por su parte, el Puebla estaría en negociaciones con el fondo de inversión Goal Capital, aunque no se ha confirmado si esto implica su salida del Grupo Salinas, también dueño del Mazatlán. A su vez, se espera que Grupo Pachuca ceda la mayoría accionaria del León, como parte del compromiso adquirido por la Liga MX para eliminar esta práctica antes de 2026.
El propio Mikel Arriola, presidente de la FMF, fue quien en 2023 aseguró que la multipropiedad desaparecería en un lapso de tres años. El argumento es claro: reforzar la competitividad de la Liga MX y con ello el rendimiento de la Selección Nacional. La medida no solo busca un marco más justo, también responde a una pérdida evidente de protagonismo por parte de los clubes con propietarios múltiples.
Desde 2021, cinco de los ocho equipos involucrados en multipropiedad recibieron sanciones económicas por su bajo rendimiento. Tijuana y Mazatlán pagaron tres veces la multa porcentual, Atlas en dos ocasiones, mientras que Puebla y Querétaro lo hicieron una vez. En lo deportivo, su impacto ha sido limitado, con escasa presencia en Liguillas recientes y sin superar los cuartos de final. Además, equipos como Xolos, Franja, Pachuca, Gallos, Santos y Mazatlán han sido de los menos convocantes en el Clausura 2025.
El panorama muestra que la multipropiedad, más que una ventaja estratégica, ha significado estancamiento competitivo y desapego de la afición. Si bien aún falta concretar varias ventas, los recientes movimientos abren la puerta a un nuevo orden en el futbol mexicano, donde cada equipo cuente con una identidad y proyecto independientes.
