El ‘Toro de Etchohuaquila’ murió hoy a la edad de 63 años en Los Ángeles, California.
Descanse en paz el mejor beisbolista mexicano en grandes ligas de todos los tiempos.

Fernando Valenzuela Anguamea, conocido como “El Toro” Valenzuela, nació el 1 de noviembre de 1960 en Etchohuaquila, Sonora, México.

Desde joven, mostró un talento excepcional para el béisbol, lo que lo llevó a debutar profesionalmente con los Cafeteros de Tepic en la Liga Invernal del Noroeste en 1977, a la edad de 17 años.

En 1979, los Dodgers de Los Ángeles firmaron a Valenzuela, y su carrera en las Grandes Ligas comenzó en 1980.

Su impacto fue inmediato: en 1981, ganó sus primeros ocho partidos, cinco de ellos por blanqueada, y se convirtió en el primer jugador en recibir tanto el premio Cy Young como el premio al Novato del Año en la misma temporada.

Ese año, fue pieza clave para que los Dodgers ganaran la Serie Mundial contra los Yankees de Nueva York.

Valenzuela continuó brillando en el campo, participando en seis Juegos de Estrellas y ganando dos premios Silver Slugger por su capacidad con el bate. A lo largo de su carrera, jugó para varios equipos, incluyendo los Angelinos de California, los Orioles de Baltimore, los Filis de Filadelfia, los Padres de San Diego y los Cardenales de San Luis.

Después de retirarse como jugador, Valenzuela se mantuvo ligado al béisbol como comentarista en español para los Dodgers y otros equipos. 

También fue uno de los dueños de los Tigres de Quintana Roo, ayudando a salvar al equipo de la desaparición.

Fernando Valenzuela dejó un legado imborrable en el béisbol, no solo por sus logros deportivos, sino también por su pasión y dedicación al deporte.

Su influencia se extendió más allá del campo, inspirando a generaciones de jugadores y aficionados. Falleció el 22 de octubre de 2024, pero su legado perdura en la historia del béisbol.