El futuro de Neymar sigue siendo incierto. Con su contrato en el Santos finalizando a finales de este año, el astro brasileño aún no define su destino para 2026. Aunque su nombre ha sonado en el futbol estadounidense, diversas fuentes aseguran que los clubes de la MLS no están convencidos de apostar por él, debido a su historial de lesiones y falta de regularidad.

El Inter de Miami, equipo de Lionel Messi, ha sido mencionado como una posible opción por la amistad que los une, pero dentro del club no existe un interés real, a menos que el propio Messi lo solicite. En general, los ojeadores y directivos de la liga consideran que la contratación de Neymar implicaría una alta inversión sin garantías de rendimiento, prefiriendo perfiles como el del surcoreano Son Heung-min, actualmente figura en el Los Angeles FC, quien destaca por su constancia y bajo índice de lesiones.

Los problemas físicos de Neymar han sido recurrentes desde su regreso a Brasil. En esta temporada apenas ha disputado 23 partidos, de los cuales solo ocho los completó, sumando seis goles y tres asistencias. Su actitud en el campo también ha generado polémica: en el último partido ante el Flamengo, se mostró molesto tras ser sustituido por el entrenador Juan Pablo Vojvoda, abandonando el campo directamente hacia los vestuarios y criticando la falta de balones hacia él durante el juego.

Mientras tanto, en equipos como el Chicago Fire, donde se especuló con su fichaje, la directiva considera que no haberlo contratado fue un “respiro”, señalando que su llegada podría haber representado más un dolor de cabeza que una solución deportiva. Neymar continúa acaparando titulares, pero no precisamente por su desempeño en el terreno de juego, sino por las controversias que siguen marcando su carrera.