Barcelona demostró su superioridad en St James’ Park al vencer 2-1 al Newcastle, gracias a un doblete de Marcus Rashford, pero la verdadera estrella del encuentro fue Pedri, quien volvió a mostrar por qué es considerado uno de los mejores futbolistas del mundo. Ante la ausencia de Lamine Yamal, el canario se convirtió en el eje del equipo, moviendo los hilos del mediocampo y dictando los tiempos del juego. Su actuación fue un recital de visión, técnica y creatividad que mantiene al Barça competitivo en todas sus líneas.

Pedri exhibió un fútbol puro, donde cada toque y cada pase evidencian su talento único. Más allá de estadísticas de goles o asistencias, su influencia se percibe en cómo protege el balón, evade rivales y ejecuta pases que parecen imposibles. La temporada pasada mostró constancia y madurez, y esta campaña ha llegado incluso más completo, libre de lesiones y con un nivel físico y mental envidiable.

La conexión con Frenkie de Jong potencia al Barcelona. La dupla entre Pedri y De Jong permite que el equipo encuentre equilibrio y fluidez, recuperando la armonía que caracterizó al Ajax en el pasado. Juntos logran que el conjunto catalán soporte la presión rival y marque el ritmo del partido, dejando claro que la victoria ante Newcastle no sería posible sin la brillantez del número 8.

La victoria del Barcelona evidencia que, aunque Rashford y Joan García tuvieron momentos decisivos, la llave del triunfo se encuentra en el talento y la visión de Pedri, el maestro que ilumina cada acción y guía al equipo hacia el éxito.