La temporada 2025 de la NBA ha sido particularmente difícil para los Philadelphia 76ers, quienes han alcanzado un récord poco envidiable: el porcentaje más alto de gasto salarial inactivo debido a lesiones en la historia de la liga.

El viernes pasado, en su derrota por 112-100 ante los Indiana Pacers, los 76ers tuvieron fuera de acción al 95.98% de su nómina total, con más de 164 millones de dólares en el banquillo. Jugadores clave como Joel Embiid, Paul George, Tyrese Maxey, Kyle Lowry y Kelly Oubre estuvieron ausentes, además de otros con salarios más bajos como Quentin Grimes, Jared McCain y Justin Edwards.

Una plantilla diezmada

El jugador más costoso que estuvo en la duela fue Guerschon Yabusele, con un salario de 2.1 millones de dólares. A su lado, Ricky Council (1.8 millones) y Adem Bona (1.2 millones) completaban la lista de los jugadores mejor pagados que pudieron participar.

A pesar de contar con una de las alineaciones más modestas en términos salariales en la historia de la NBA, los 76ers lograron mantenerse en la pelea hasta el último cuarto, donde apenas estaban tres puntos abajo de los Pacers. Destacaron Jeff Dowtin, quien lideró al equipo con 24 puntos y 11-20 en tiros de campo, seguido de Jared Butler (17), Bona (16), Council (14) y Oshae Brissett (14), todos alcanzando doble dígito en anotaciones.

¿Un futuro complicado?

Aunque Philadelphia espera recuperar pronto a algunos de sus jugadores clave, la baja de Embiid por el resto de la temporada ha complicado las aspiraciones del equipo. La situación del viernes dejó claro, tanto en números como en rendimiento, la difícil realidad que atraviesan los 76ers en esta campaña.