Portugal conquistó la UEFA Nations League tras vencer a España en una final intensa que se decidió en la tanda de penales. El fallo de Álvaro Morata en el cuarto disparo fue decisivo: Diogo Costa atajó y Rúben Neves marcó el penal definitivo para sellar el título luso.

El equipo ibérico, que había permanecido invicto durante 23 partidos, se encontró con una selección portuguesa sólida, intensa y táctica, liderada aún por el eterno Cristiano Ronaldo, pero respaldada por una generación emergente conformada por Vitinha, Nuno Mendes, Pedro Neto y Francisco Conceição. Pese a los goles de Martín Zubimendi y Mikel Oyarzabal, España nunca logró controlar el juego.

Cristiano Ronaldo, siempre decisivo, igualó en el momento justo. La estrategia de Roberto Martínez fue clara: neutralizar a Lamine Yamal y Nico Williams, y forzar un partido físico, equilibrado y mentalmente exigente. Ya en la prórroga, Portugal dominó con más claridad.

En la tanda final, los cinco lanzadores portugueses —Ramos, Vitinha, Bruno Fernandes, Bruno Mendes y Rúben Neves— no fallaron. España, en cambio, tropezó con la figura de Diogo Costa en el disparo de Morata, que selló el 5-3 final.

Portugal suma así su tercer gran trofeo internacional, tras la Eurocopa 2016 y la primera edición de la Nations League en 2019. España, por su parte, pierde la oportunidad de revalidar el título obtenido en 2023.

Ambas selecciones llegan al Mundial 2026 como candidatas firmes a disputar el trono que ostenta Argentina. Pero en Múnich, Portugal demostró más fe, solidez y temple. Fue campeón con justicia… y con la puntería intacta.