El Club Universidad volvió a ser tendencia, pero no por un logro deportivo, sino por una polémica contratación que ha generado más críticas que ilusión entre la afición. En lo que muchos califican como un retroceso, Pumas apostó por José Juan Macías, delantero de 25 años que recientemente había anunciado su retiro tras un paso decepcionante por Santos Laguna, donde apenas disputó tres partidos y marcó un gol.

La decisión ha levantado cuestionamientos sobre la crisis de cantera que atraviesa el club, pues el equipo que alguna vez fue reconocido por ser un semillero de figuras nacionales hoy recurre a futbolistas con un historial marcado por lesiones y bajo rendimiento. En el caso de Macías, su fugaz aventura en Europa con el Getafe y su breve paso por Valladolid terminaron en fracaso, lo que refuerza la percepción de que se trata de una “eterna promesa” que nunca llegó a consolidarse.

El caso se complica aún más con la llegada de Alan Medina, mediocampista de 28 años que ha pasado sin brillo por varios clubes de la Liga MX como Toluca, América, Necaxa, Juárez, Mazatlán y Querétaro. Para muchos aficionados, estos fichajes reflejan la falta de proyecto deportivo y la desesperación por encontrar soluciones rápidas, en lugar de apostar por jóvenes de la cantera universitaria.

Durante su presentación, Macías aseguró llegar en su “mejor forma física” y describió a Pumas como el equipo ideal para relanzar su carrera, palabras que no han convencido a la mayoría. Mientras tanto, las declaraciones pasadas de Efraín Juárez, técnico del equipo, en las que aseguraba que ya no llegaban futbolistas descartados, contrastan con la realidad de los recientes refuerzos.

Con estos movimientos, el panorama de Pumas sigue envuelto en incertidumbre. Un club que alguna vez fue sinónimo de identidad y formación hoy parece debatirse entre la nostalgia de lo que fue y la frustración de lo que no logra construir en el presente.