El 21 de enero de 2021 marcó un antes y un después en la carrera de Ramón Juárez. Un penal cometido por una mano en el área ante Monterrey selló su suerte en aquel torneo, relegándolo al olvido bajo la dirección de Santiago Solari. Sin minutos en el campo, terminó siendo cedido a Puebla y posteriormente al Atlético de San Luis.

Durante 18 meses, el defensor enfrentó una etapa crucial para su desarrollo profesional. En San Luis, encontró la confianza del técnico André Jardine, quien le brindó la titularidad en 16 partidos y lo ayudó a recuperar la motivación. Sin embargo, pese a su desempeño, el club optó por no ejercer la opción de compra, lo que lo llevó de vuelta a Coapa.

Su regreso al América no fue fácil. Durante cinco meses, Fernando ‘Tano’ Ortiz no le dio minutos, sumiendo su futuro en incertidumbre. No obstante, la llegada de Jardine al banquillo azulcrema cambió su destino. El técnico que lo había apoyado en San Luis volvió a confiar en él, convirtiéndolo en un pilar del tricampeonato. Sus destacadas actuaciones en la Liguilla, incluyendo un gol clave en la semifinal ante Cruz Azul, consolidaron su lugar en la historia del club.

“Hoy en día te puedo decir que el regreso ha sido de ensueño”, declaró el joven central, quien pasó de la incertidumbre a convertirse en una de las figuras más importantes del último título del América.